Por: Bryan Rodríguez
Modelos: Samara Ewens, Monica Portillo Diseñadores: Yanil Herrera, Josue Corea Make Up: Delcy Claros Producción: Henry Mata Producción de contenido digital: Alejandra Cruz Locación: Hostal la hamaca
Honoré de Balzac dijo:
“No hay nada más poderoso que una idea a la que le ha llegado su momento”.
Cuando hablamos de moda inmediatamente pensamos en la mutación de ésta cada temporada. Sin embargo, hablar de moda también es tener en cuenta la producción de cada prenda con el fin de crear una pieza atractiva y de calidad para el consumidor. En los últimos años diversos estudios han sostenido que la industria de la moda genera alrededor de 1.3 billones de dólares anualmente alrededor del mundo, esta industria parece crecer con opulencia inclusive en nuestra amada Honduras.
Pero más allá del desarrollo que pueda tener la industria textil en nuestro país, la verdadera transformación en la economía la hacemos nosotros con nuestras acciones. ¿Cómo? Pues con el consumo doméstico, ya que la compra se convierte en inversión y promueve el flujo económico de la región. La moda en Honduras representa una gran oportunidad que además de generar empleos puede brindar el merecido reconocimiento a todo el talento emergente que la nación hondureña tiene.
Pero más allá del desarrollo que pueda tener la industria textil en nuestro país, la verdadera transformación en la economía la hacemos nosotros con nuestras acciones. ¿Cómo? Pues con el consumo doméstico, ya que la compra se convierte en inversión y promueve el flujo económico de la región. La moda en Honduras representa una gran oportunidad que además de generar empleos puede brindar el merecido reconocimiento a todo el talento emergente que la nación hondureña tiene.
La moda supone no solamente la venta de una pieza, también involucra la imagen y prestigio de su creador, que en la creación de la misma involucra creatividad, innovación y sentimientos. El diseñador en consecuencia se convierte en un ingenioso artista que a través de la indumentaria nos presenta una fantasía estética. Para el consumidor es sumamente difícil tomar decisiones con identidad y conciencia nacional para apoyar al talento local, ya que en gran parte este talento no cuenta con una marca ya establecida que les permita poseer ostentosos establecimientos para distribuir sus diseños y creaciones.
Esta moderna y flamante generación de diseñadores busca brindar ideas novedosas mediante sus diseños y productos, pero sin perder el toque de la cultura que caracteriza al país. En cada pieza podemos ver plasmada la pasión con la que estos artistas pretenden conquistar las pasarelas nacionales e internacionales. Por qué vestirnos de manera homogeneizada cuando podemos lucir prendas únicas. Nuestros productores merecen ser reconocidos, pero no olvidemos que el cambio inicia con nosotros como hondureños. Es tiempo que seamos parte de una economía equitativa que valora y aprecia a los grandes del mañana.