Por: Amy Campos
Estilismo: Noe Pantano Fotografías: Josué Murillo Modelo: Andrea Iveth Colaboración: Fernando Camazots & Fernando Enamorado Ropa: Camazots Accesorios: Camazots & Joyería Rosalila Zapatos: Mayan Roots
En Auge Boga hablamos mucho sobre la importancia de apoyar a los diseñadores locales. Pero, ¿qué significa realmente tener una pieza de un diseñador nacional? Cada colección y cada pieza representa una historia; un sentimiento. Es algo más romántico de lo que creemos.
Cuando Coco Chanel comenzó, en los años 20, con su primera línea de ropa, ella revolucionó al introducir la “jersey” en el guardarropa de las mujeres de clase alta. Esta pieza hecha con tela barata, pues por la guerra había escasez de materiales, causó una revolución de la cual seguimos viendo repercusiones. Muchos la llamaron oportunista, y quizás si fue así, pero más que eso, ella sentía que debía hacer un cambio en la moda de ese momento.
Lo mismo podemos decir de los diseñadores actuales; cada uno nos da su opinión y estos artistas deben ser valorados, tal y como lo son Picasso o Frida Kahlo. El diseño es la herramienta primordial para la expresión. Todos los seres humanos tenemos algún talento; algunos tienen facilidades con números, otros con palabras y otros tienen la ventaja de poder visualizar los pensamientos de los demás y ponerlos de manera tangible. Actualmente esta forma de arte posee mucho respeto, más que en épocas anteriores. Ahora, las personas están dispuestas a pagar el valor que tiene este bien intangible. El arte es algo que se vende por emociones, el valor se lo da el individuo que lo consume. Con el diseño se busca llegar a muchas personas de una manera personal. La persona, al crear la pieza, pone una emoción en ella; el comprador debe poder conectarse con ella y confiar en el autor sobre la conexión que existe entre ambos. El diseño, como cualquier expresión de arte es el primer paso para crear algo más grande que el individuo que lo hace.
Cuando obtenemos una pieza de un diseñador local, debemos portarla con orgullo, esta pieza tomó tiempo, pasión y convicción para hacerse. Como editora de Auge Boga, tengo el privilegio de hablar con los diseñadores y escuchar sus motivaciones y sentimientos sobre cada colección y son tan profundos como los de un músico al componer una canción; debemos sentir la misma emoción al ver estas nuevas propuestas.
Ese sentimiento de nostalgia, amor, alegría a la que nos traslada nuestra música favorita, también la podemos sentir con una pieza de diseñador. Así que la próxima vez que busquemos qué ponernos, tomemos en cuenta a los diseñadores locales y contemos la historia que se creó en sus piezas.
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