Por: Fatima Hawit
La moda está en su mejor punto cuando refleja el espíritu cultural. Hoy, los lamentos de que la industria es la cara de excesos y frivolidad han sido reemplazado por la defensa de causas sociales y ambientales.
Los diseñadores continúan dedicándose a los lujos, pero se están haciendo cargo de hablar sobre temas importantes como: ¿Estamos contribuyendo a causas sociales? ¿Cuál es la procedencia de una colección? ¿Este diseño es ambientalmente sostenible o simplemente gasta nuestros recursos? Los resultados son reales y traen consigo optimismo y un deseo de ir más allá de solo lo que vemos por encima.
La diseñadora inglesa Ada Zanditon, defensora de las prácticas de comercio justo y la conciencia ambiental, lee Vogue y National Geographics con el mismo entusiasmo de cuando era una niña, su epónima línea de ropa es el balance perfecto entre dos supuestos mundos diferentes. “Siempre me fascino la historia de la alta costura y la infinita posibilidad de ropa como una forma de arte”, contaba Zanditon.
Como estudiante en el London College of Fashion, leyó la investigación escrita por una de sus amigas acerca del impacto ambiental que tiene la industria de la moda. Con ideas innovadoras, mezcló decisiones estéticas en su línea de ropa, seguidas por el impacto de la cadena de suplementos.
Su marca utiliza telas orgánicas y naturales, asimismo, innovadoras soluciones reductoras de residuos y de energía consciente, para crear las sobresalientes colecciones que la ayudaron a ganar el premio de creatividad Masters of Linen en París 2009. Zanditon tiene un puntaje igualitario en diseño, calidad y consciencia ambiental. Nos muestra como la sostenibilidad y el diseño no son enemigas. Sus telas son coloreadas por tintes libres de AZO y la tela es cortada a mano para minimizar los residuos. Ada es un ejemplo para otros diseñadores, puesto que cree en las prácticas socialmente responsables y éticas. Para la diseñadora, la sostenibilidad como el núcleo de un negocioen la industria de la moda es el inicio de una revolución. Una generación fresca está avanzando hacia esta revolución y ellos quieren lucir ropa que cuente una nueva historia.
Es importante que como consumidores también entendamos el impacto de la industria de la moda en el medio ambiente y comencemos a utilizar productos ecológicos. De esta manera, podemos vestir a la moda y cuidar nuestro planeta. Digamos “no” a la moda rápida, y “si” al estilo consciente.