Antonio Ramos es un Abogado que escribe cuentos… Cuentos para adultos, a veces tan cortos como dos versos y a veces tan largos como tres páginas, pero no hay ninguno que te de gusto leer más que el otro. Te reís, reflexionás, recordás y relacionás los relatos con tu vida.
Con cuatro libros; una novela y tres recopilaciones de cuentos, uno se da cuenta de lo mucho que Ramos piensa en el arte en su totalidad. Las portadas, personalizadas con pinturas de artistas locales, que tienen muchísimo que ver con el interior del libro, pero que también tienen su propio significado y el cambio entre palabras sofisticadas y el conocido “vos” de los hondureños y muchos otros hondureñismos, tiñe la lectura de colores y experiencias.
Por ejemplo, Pintura y Aguarrás no es más que la filosofía de vida de el autor y en la portada, si se abre el libro completamente se puede ver el símbolo del yin yang rodeado por nebulosas y manchas de pinturas y dentro hay cuentos que no terminan bien, otros que si y otros que quedan de cierta manera inconclusos; unos son pintura otros aguarrás, unos son yin y otros yang. El libro también se divide en tres “niveles” y se puede entender en colectivo que todo está conectado.
Tanta atención al detalle hace de que sus obras se disfruten aun más.
Sabes que un libro es bueno, no solo cuando no lo podés soltar y cada oportunidad que tenés para leerlo aunque sea de un par de minutos la tomás, sino que te ves obligado a compartirlo y a comentarlo y a mí me ha pasado con las obras de Antonio Ramos que he leído, así que les dejo la tarea de que busquen a este autor y que lean lo que ha escrito, porque es muy, muy bueno.
Por: Nahomi Díaz.
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