Honduras es un país de poetas, no obstante para hacer publicaciones literarias, debe hacerse sumo esfuerzo, pues en su mayoría es costeado por el autor, con el afán de cumplir un sueño, pues actualmente el amor a la literatura es casi nulo, el interés por leer es escaso. Sólo queda esperar a que algún día la excepción a la regla ya no exista, y el gusto por leer o de adquirir un conocimiento “extra” se dé en cada niño, adolescente y adulto.
«Sosa para Siempre»:
Fue editado y publicado en el 2005, Roberto Sosa es uno de los poetas más emblemáticos de Honduras, Roberto Sosa es Honduras. Este libro es una recopilación de lo más significativo de Roberto Sosa, de sus características esenciales, esta antología fue realizada gracias a la colaboración de Sosa, junto a Pez Dulce y Rubén Izaguirre, principalmente.
«Duermevela Backstage (Poemas de Infierno)»:
Escrito por “Ángel Felipe Labrunie” un seudónimo a un poeta hondureño llamado Magdiel Midence, este libro fue publicado en el 2012. Leer este libro me recuerda mucho a la Poeta Argentina Alejandra Pizarnik, siendo ella el camino para la poesía de Magdiel Midence. Duermevela es una carta suicida, es la muerte anunciada sin crónica, es inspiración de muerte y vida, después de cada poema sale un suspiro que puede ser la muerte de un sentimiento.
«Autobiografía de un hombre sin importancia»:
De la autoría de Ludwing Varela, publicado en el 2012, es una narrativa que nos lleva por los caminos que recorrió el autor, un camino agridulce, la culminación de un poeta, los bares que frecuentaba, las veces que las noches le cobijaba y el frío era calmado con alcohol, la gente que conoció. Nos habla de la decadencia de una ciudad, de un mundo, es cuando una persona “sin importancia” debe confrontarse a sí mismo para caer en su realidad.
«La canción del caracol»:
Emilio Fonseca, un poemario publicado en el 2015, que nos recuerda el amor, y el dolor de la pérdida del mismo, se podría leer la lucha de un hombre por reconquistar su amor perdido. Este libro enamora desde que se observa su portada, se tocan sus páginas, se ven las fotografías tomadas por Arturo Sosa, pues tiene una manufactura impecable. Puede encontrarse en la librería Metromedia.
«Katastrophé»:
Gustavo Campos publicó este libro en el 2012, él es un escritor mirando un mundo que no le satisface. Katastrophé nos habla de la supervivencia, de la lucha por afrontar lo cotidiano, nos habla de una Honduras herida. Pero fuera de lo colectivo, nos habla de la soledad de un escritor, de la lucha constante porque un escritor sea escuchado, y que sus letras al final, sean gritos de esperanza por la sobrevivencia del arte.